Letras viejas I (principios de siglo)
Soy
el espejo de tus miserias
esperándote,
siempre.
la
ternura de tus manos,
hambrientas
de carne.
La
paz que previene la tormenta.
¿de
que sirve un cielo nublado
si
no podes tronar?
El
sol glorioso (enceguecedor) traidor,
de
tu seguro andar.
la
sonrisa de los críos,
que
sin nada que perder
disparan
sin piedad,
tiernas
(malditas) verdades.
Soy
el hambre del desamparado
y el
hambre del curioso.
desterrado
para siempre,
la
libertad:
la
misma
que
tanto miedo te da.
Las
venas, por donde
ya ardió
tu sangre.
Soy
la respuesta a tu pregunta
y tu
duda para siempre.
La
dignidad del humillado
y la
bestia que estabas resignando.
Soy
las miserias,
la
tormenta, el sol
la
sonrisa, el hambre,
la
ternura, tu casa
el
destierro, tú curiosidad
la
bestia, la traición
las
venas y sobre todo:
la
libertad;
la
sangre que temes
como
criatura desamparada.
dg
01/08/00