Una gota

 Suspendido entre las cosas de todos los días, entre todas las horas

hay un lugar donde palman 

los cancheros y arrabaleras, 

Una cajita del tamaño de una nuez,

de una lágrima, 

y de un sonoro silencio 

al calor de las pupilas. 

Se reconoce entre la yema de los dedos al rozarse,

y queda flotando cuando ellas no están a mano

para ser abrazo que nos arropa entre las cosas de todos los días, entre todas las horas.

Furiosa ternura impaciente,

esa gota es un mundo y solo una gota.

Potente y vulnerable

erótica y razonable 

Carne, piel, 

agua, tierra 

y risas. 

que nos guarda y aguarda 

para que reconozcamos la vida

cuando el cinismo 

corrió mal herido.

A eso, ya no nos lo roba nadie.

Ahí dentro somos dos 

enteros y en partes para ser una cosa única cada vez. Cada vez.

Aunque una multitud atropelle y no comprenda o no lo sepa. 

Imposible de ubicar si están distraídos,

ese punto universal está ahí, acá o allá. 

No importa donde y cuando lean esto.


29/09/24





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