Sombras

Desde el balcón observo que los cables de alta tensión se estremecian. Su piso en el 3° A, le permitía observar a la altura de sus ojos esos cables, aunque a una distancia inalcanzable a la extensión de sus brazos.
 Sebastian, dentro de las pocas cosas que últimamente le parecían placidas, gustaba sentarse en ese sitio de su casa.En penumbras, luego de las tareas del dia, observaba silencioso, a veces con una copa de vino en la mano, el movimiento de esta zona alejada del centro de la ciudad. Y, por fuerza arquitectónica,  contaba con los cables de alta tensión a su vista. A primera vista.
Desde la tv, a un volumen claramente audible aunque él no prestara atención, transmitían los funerales del presidente venezolano Hugo Chávez. De tanto en tanto, las imagenes de las exequias eran interrumpidas por flashes de noticias sobre el otro gran suceso que conmovio las emisoras del mundo y de latinoamerica en especial: la designacion del argentino Jorge Bergoglio como Francisco I. Algún hilo conductor debe existir entre los dos eventos, pensó al pasar, sin dar mucho tiempo a que su mente profundizara en el asunto. Casi sin advertirlo, con su mirada puesta entre los cables y una avenida lejana, pero lo suficientemente iluminada como para observar a los transeúntes, automóviles y motos, como sombras lejanas, compuso. Fue adormeciendose al compás del sonido de la tv, que frente a él se diagrama entre los cinco claves de alta tensión, cual pentagrama, con las sombras móviles haciendo las veces de figuras, negras y rusas. Alguna relaciónexiste entre las dos cosas, pensó finalmente. Antes de no pensar ya más nada.




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